Más de una vez te habrás preguntado para qué sirve la canela, además de para saborizar el arroz con leche. Es que esta especia, proveniente de la corteza del canelo, tiene muchos beneficios para tu salud.
Para qué sirve la canela
Con tan sólo una cucharada de canela en polvo por día podrás disfrutar de estas ventajas:
- Mejorar tu estado de ánimo.
- Hacer más fácil la digestión ya que tiene efectos antiinflamatorios y antiespasmódicos.
- Combatir la tos.
- Brinda sensación de saciedad por lo cual ayuda a controlar el hambre y la ansiedad por lo dulce.
- Corta la acidez espolvoreándola sobre los alimentos.
¿La canela tiene contraindicaciones?
Sí, está contraindicada en personas con problemas de coagulación ya que aligera el flujo sanguíneo.
Pero… ¿cómo agrego canela a mis comidas?
Una cucharada diaria de canela en polvo es suficiente para aprovechar sus virtudes.
Podés espolvorearla sobre la granola de tu desayuno o merienda, sobre una ensalada de frutas o yogur y hasta para recetas saladas. Mezclá un poco de canela, sal marina y pimienta, agregale un poco de aceite de oliva y usalo en carnes y pescados.
¿Para qué sirve la canela? Para hacer estas galletas de manzana y canela
Ingredientes (10 porciones):
• 2 cucharadas de canela molida
• ¼ taza de puré de manzana
• 1 manzana pelada, sin corazón y rebanada en cuartos
• 1 cucharadita de vainilla líquida
• 1 huevo
• 2 tazas de harina de almendra o harina de avena
• ¼ taza de aceite de coco
• 1 cucharadita de bicarbonato
• ½ cucharadita de sal
Preparación:
1. Precalentar el horno a 170ºC.
2. En un procesador de alimentos mezclá el aceite de coco, el puré de manzana, la manzana, la vainilla y el huevo.
3. Mientras, en un recipiente separado combinar la harina de almendra o avena, la canela, la sal y el bicarbonato.
4. Revolver todos los ingredientes.
5. Formar las galletas con una cucharada de masa y acomodarlas en una asadera sobre papel encerado.
6. Hornear por 10 minutos.
7. Enfriar y disfrutar.
El contenido de esta nota tiene un carácter informativo y/o comercial. Consultá siempre con tu médico o nutricionista.